Algún amigo de la Plaza me ha pedido que me manifieste sobre el debate de estos días en las relaciones Iglesia y Estado. Y lo voy a hacer con alguna extensión, mayor que otras veces.
Parto de varias premisas.
1.-Soy socialista y cristiano. Como tantos otros españoles y extremeños. Y lo soy porque no solamente creo que no son incompatibles mis ideas con mis creencias sino todo lo contrario. La defensa de la igualdad, de la solidaridad, de la justicia social y de la libertad del ser humano están en la ideología de cualquier socialista y en el nuevo testamento.
2.-La sociedad no está partida en dos aunque a veces se empeñen algunos. No están los creyentes y de derecha en un sitio y los ateos y de izquierda en otro. Somos muchos los que pertenecemos a esa mayoría silenciosa que piensa que no es incompatible tener unas ideas progresistas y una creencias religiosas.
3.-En España hay mucha gente que se considera cristiana y católica, practicante o no, pero España no es católica, porque así lo dice la constitución que nos define como aconfesional y porque es la única manera de que ateos, agnósticos, cristianos, católicos y de otras religiones la sintamos como nuestra y de todos. España es de todos por lo que no puede ser de ninguno en exclusiva. O lo que es lo mismo, no se puede imponer las ideas de los unos a los otros. En eso consiste fundamentalmente la laicidad. Uno puede pensar como quiera pero no puede imponérselo a los demás si actúan de acuerdo con la constitución y con las leyes.
4.-Para entender algunas decisiones que hemos tomado en esta legislatura, basta con ponerse en el lugar del otro. El que no es homosexual y está en contra del reconocimiento de derechos , que no es ni una opción ni una patología, sino algo que tiene que ver con la esfera afectivo-sexual, o intenta ponerse en su lugar o nunca podrá entenderlo. Conozco familias de homosexuales y me ratifico en que ha sido un paso enormemente importante en la extensión de la igualdad. No sólo no hemos roto la familia sino que hay más familias. El mayor peligro para la familia no está en las de los demás sino en la de cada uno.
5.-Cuando la jerarquía de la Iglesia Católica defiende determinadas cuestiones, están en su derecho de hacerlo. Y si quieren directa o indirectamente participar en campaña, también. Vivimos en un país donde la libertad que pedimos para unos debe ser respetada para otros, aunque digan cosas que nos gusten poco o nada.
6.-Confío enormemente en los ciudadanos, y en su capacidad para discernir, y para valorar los que hacemos unos y otros en todas las esferas de la vida pública. En este país somos lo suficientemente capaces de darnos cuenta de lo que puede haber detrás de cada comportamiento como para que no nos escandalicemos. Repito lo de antes. Las creencias no son patrimonio de nadie.
7.-Cuando una determinada decisión política implica conflictos públicos entre la iglesia y los gobernantes, no se resuelven en los periódicos, sino en las leyes, en su aplicación y en su interpretación por parte de los órganos constitucionales.
8.-Si alguien quiere patrimonializar a Dios puede hacerlo, pero a mi no me afecta. Dios no es mío, ni suyo, ni nuestro porque sino no sería el Dios misericordioso que le da sentido a muchas de las cosas que ocurren en el mundo.
9.-El conflicto personal que pudiera surgir entre las ideas y las creencias forma parte de uno mismo, de su proceso de maduración personal que nunca termina. Los conflictos personales nos hacen mejores porque nos obligan a poner permanente en duda algunas cosas, de los que siempre saldremos reforzados en la esfera personal.
10.-Soy socialista y cristiano. Y pretendo poderlo seguir siendo porque lo necesito personalmente y porque creo que en el mundo la gran referencia es la igualdad. Sólo así se puede ser inconformista con la miseria, con la violencia, con la dominación y con las injusticias.
11.- Si pedimos a la Iglesia Católica que respete las instituciones democráticas, debemos también respetar lo que la Iglesia en el ejercicio de su potestad defienda y diga.
12.-Defiendo una sociedad incluyente y respetuosa con los que no piensan como yo.
13.-Por ser socialista y cristiano no me siento mejor que nadie. En todo caso más obligado a luchar que nadie.
14.-Pasará el ruido y los ciudadanos habremos sacado nuestras enseñanzas.
Os pido que abramos nuestras opiniones pero que sea respetuoso en las formas. Si no nos perderemos entre la hojarasca del bosque.
15.-No minusvaloremos nunca la capacidad de los ciudadanos para discernir.
Buena semanita que viene.
Un abrazote amigos y amigas.
Guillermo