"Yo no le he votado, pero mi hija sí"
Buenas noches amigas y amigos. Esta semana es la de la presentación de mi programa de gobierno en el Parlamento, la de su debate y la de la votación de mi investidura. Gran parte del mismo está en este blog archivado. Os dije que quería mantener abierto este cuaderno como un espacio para poder tener una vía más de acceso a lo que sentís. Y así va a ser. Me gustaría que pensarais un rato la mejor manera de hacerlo. Fácil no es, pero imposible tampoco. Pero sí quiero que nos demos cuatro o cinco reglas que nos permitan sacarle partido todos.
Por ejemplo, extensión. Que haya un máximo de caracteres para que podamos ser ágiles. Hacer constar "reflexiones o críticas, sugerencias o propuestas y preguntas". Yo que sé, lo que se nos ocurra pero que podamos hacerlo lo mejor posible. Os confieso que yo voy a entrar los sábados y los domingos porque las semanas no dejan demasiado tiempo. Me suelo levantar temprano los fines de semana y cuando venga de hacer un poco de ejercicio me pondré a ello.
Os pido ideas para que lo hagamos bien. Me comprometo a refundir lo que propongáis, y si hace falta nos damos dos o tres días, y lo sometemos a votación.
Va a ser una semana importante para mí. Seguramente, fuera del ámbito familiar, la más importante de mi vida. Gracias por acompañarme hasta aquí.
Hoy fui a Badajoz a la corrida de los toreros extremeños. Mucha gente me felicitó o me dio la enhorabuena. Pero me quedo con la frase de un hombre con el que coincidí ante la puerta de los servicios del Bar de Paco Oliva, en el barrio de Pardaleras. "Vara, yo no le he votado pero mi hija sí, tiene usted ahora la oportunidad de ganarme a mí o de perderla a ella". Volví a la mesa donde estaba mi mujer, se lo conté y nos miramos. No nos dijimos nada más. Nos fuimos para la plaza y en medio de la valentía y la honradez de Ferrera, de la quietud y el arte de Perera y el yo que sé de Talavante, porque me transmite muchas cosas, me retumbaba la puñetera frase, oída a la puerta de un cuarto que no soy capaz de recordar por dentro.