País Vasco y Freapa
Ayer estuve en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Primero en Bilbao con su Lehendakari, Patxi López; después en Barakaldo con su Alcalde, Tontxu y con el de Portugalete, Mikel, que es de Monterrubio; con una mujer extraordinaria que es Presidenta de la Juntas de Gipúzcoa, Rafi, que es de Quintana de la Serena y con unos cientos de extremeños que viven allí.
Cenamos juntos en el Frontón, hablamos mucho rato de Quintana, de Jerez, de Acebo, de Guadalupe, de Torremejía, de Olivenza, de Cadalso... Y de Ermua, de Legazpi, de Mondragón, de Santurce, de Durango donde se fueron mis amigos de Olivenza... Cada pueblo tiene allí y aquí su referente.
A mediados del Siglo XX, Extremadura tenía casi un cincuenta por ciento más de habitantes que el País Vasco. Alguien decidió que había que recomponer el mapa de la mano de obra en nuestra España. Y se hizo. Nos asignaron un papel de actores secundarios, o quizá ni eso, y sólo nos necesitaban para montar y desmontar el escenario. Nosotros nos quedamos con un millón y allí se duplicó la población, hoy son algo más de dos millones. La autonomía quebró aquel siniestro plan.
Lo más importante de todo es que hoy en el País Vasco se respira normalidad. Gobiernan los socialistas del PSE, con el apoyo de investidura del Partido Popular. Y no ha pasado nada... O sí, ayer estaban juntas, en el acto, las banderas de Europa, de España, de Euskadi y de Extremadura. Pura nomalidad.
Acabamos de llegar de Mérida a Olivenza para estar un rato con mis suegros. Vengo de la celebración de los 25 años de FREAPA. Allí estaban las AMPAS y los presidentes que la han hecho posible desde 1984. El movimiento ciudadano en esta querida tierra nuestra siempre tiene la misma fecha de cosecha, los años ochenta. Hoy tenemos un mejor sistema educativo en Extremadura, y en gran parte es gracias a la representación de las madres y los padres.
Por cierto, mañana que gane el mejor.
Un abrazote
Guillermo