El cuaderno de Guillermo Fernández Vara: Seguridad Vial o la apuesta por vivir.

lunes, 23 de abril de 2007

Seguridad Vial o la apuesta por vivir.

Me preocupa que lo que ganamos en los laboratorios de investigación, con el progreso y en Hospitales lo estemos perdiendo en la carretera. Conseguimos que se viva más años y la espereanza de vida media está ya en cerca de 84 años para la mujer y 78 y pico, casi 79, para el hombre. Mientras centenares de personas pierden sus vidas siendo aún jóvenes.

Tenemos que intentar aportar soluciones todos. Aunque no sea una competencia autónómica, la seguridad en el tráfico es cosas de todos. Esta Semana Santa pasada ha sido tremendo porque estaba todo el mundo esperando si se superaba o no la cifra mágica de los 100 , de los que había hablado el Director General de Tráfico. ¿Y si se llegan a quedar en 99?. ¿Hubiera sido un éxito? ¡99 vidas, o 105 , o 110 perdidas inutilmente!

Creemos que no nos puede tocar y estamos en el bombo cada día.

Por eso ofrezco nuestra colaboración y trabajar en un Plan Estratégico muy participado, que debe ser para cambiar un poco la manera en la que nos enfrentamos a esta cruda realidad.

Me niego a pensar que no podemos hacer más, cada uno desde la esfera individual o colectiva.
Parte de esa estrategia ha sido mi oferta de "prestar" recursos económicos para ayudar en la obtención del carnet de conducir a los jóvenes. Y que si no cometen infracciones al paso de los años no tendría que devolverlo, porque consideraríamos que había cumplido siendo un buen ciuadadano respetuoso con las normas.

Creo que hay que reforzar los mensajes positivos. Los negativos no parecen dejarnos huella. Y mira que se han hecho cosas.

14 comentarios:

Soñador de guardia dijo...

Uno de mis mejores amigos perdió su existencia en la carretera, con se fue algo de mi al cielo. Por suerte a otro de entre sus sensibilidades le hiere este cáncer que nos asola. El afán de ir más alto, mas deprisa, llena las cunetas de vidas que nunca florecerán. Por suerte hemos mejorado la calidad del asfalto extremeño con infraestructuras necesarias para el progreso. Con ellas nos acercamos entre nosotros. Las comarcas no son islas aisladas. Cuándo en la puerta de Urgencias del Hospital de Plasencia asisto cada verano especialmente, al cercenamiento de muchas vidas en especial de juventud camino de fiestas que se encuentran con funerales, me derrumbo. Me planteo traer a jóvenes infractores a ella para que vean lo importante de llevar el casco, o de repartirse cada semana el honor de ser el taxista de su peña. Quizás viendo las lágrimas de las cuales he sido testigo en muchas familias, a lo mejor les haría plantearse la verdadera y lo mágica que es la vida y lo maravilloso que puede llegar a ser vivida y morirse en el momento inexacto y en el kilómetro inadecuado. La DGT echa mano de las mejores campañas. Hacer acampar a sus destinatarios cerca de donde vive el dolor, seria otra alternativa. Me siento muy orgulloso de tener un aspirante a regir los destinos de Extremadura tan cercano a sus gentes, con un montón de matices y peculiaridades que repira nobleza, y que atrae la ilusión de estar cerca de el. Mientras otros siguen en los pedestales, Guillermo incansablemente acude al corazón de las inquietudes de su pueblo. ¡Don´t surrender my friend!. Paco Martín.

Anónimo dijo...

Verdaderamente es uno de los temas - TEMAS

Teniendo en cuenta que no entiendo mucho del tema - aunque mi marido es profesor de autoescuelas -, lo único que puedo hacer es aportar algunas sugerencias :

1. Reuniones periódicas con profesores de autoescuelas – porque ellos pueden explicar el grado de preparación que lleva un joven o adulto en el momento de conseguir el carnet de conducir.

2. Igualmente podéis reuniros con Tráfico, con los examinadores, y estudiar conjuntamente temas sobre: preparación mínima de nuevos conductores, vías, vehículos…

3. También sería necesario y muy interesante hablar con profesionales del volante (taxistas, camioneros…), con el fin de saber qué opinan sobre temas como: conductores, vehículos, vías…

4. Poner al frente en la consejería correspondiente (sinceramente no sé cual es) a entendidos teóricos y prácticos sobre estos temas.

5. Seguir mejorando las vías…

6. El tema “motores de los vehículos” debería también ser estudiado (no sé que se podría hacer, tal vez las sugerencias de estos profesionales de la carretera aporten soluciones…)

7. Más educación vial en escuelas.

Anónimo dijo...

Pues sí, Guillermo: Has tocado un tema de profundidad, este de los accidentes de tráfico.
Yo creo que no se afronta con el ingenio y el realismo que requiere. A mí me da la impresión de que los responsables, encabezados por el Sr. Director de Tráfico, actúan como si no hubieran conducido un coche en su vida, que no ven claro un asunto que, por otro lado, es bastante simple, y que lo toman como un campeonato o un juego para batir records.
El peligro de accidente de tráfico existe y es inevitable: lo único que podemos hacer es disminuir el riesgo asociado a tal peligro, considerado el riesgo como la probabilidad de que se manifieste el peligro teniendo en cuenta el daño ocasionado.
¿Cuales son los factores que inciden en la importancia de ese riesgo?: el conductor, el vehículo, las condiciones externas y la gravedad del posible daño. Nada más, y sobre ellas se debe actuar.
El conductor en cada momento está condicionado por tres principales variables: experiencia y habilidad, actitud, estado físico y estado psíquico.
Experiencia y habilidad del conductor: Varía enormemente e influye mucho en el riesgo. Al igual que hay vías de transporte por carretera de diferentes categorías, debe haber conductores de diferentes categorías, por ejemplo tres (me refiero a motos y turismos): Básicos, Medios y Avanzados. Se puede pasar de una a la otra en sentido ascendente mediante tiempo con el carnet sin incidentes y los correspondientes exámenes prácticos, o en sentido contrario mediante sanciones e incidentes. Estas categorías, junto con otros valores, habilitan a una persona a conducir un tipo de vehículo a una velocidad determinada en unas condiciones externas determinadas
Hay que modificar radicalmente el llamado examen de conducir y el método de aprendizaje de las academias: De hecho, la habilidad para conducir se adquiere casi en su totalidad en las calles y carreteras, con el consiguiente riesgo, y no en la academia; el conductor de nivel básico debe estar mejor preparado mediante un verdadero entrenamiento previo.
Actitud del conductor: hay conductores que no son conscientes del riesgo que comporta una determinada manera de conducir. He visto verdaderas situaciones de riesgo producidas por actitudes de conductores (dentro de su anonimato) que no reducen un poco la velocidad, sino todo lo contrario, cuando les adelantas, por ejemplo. Es necesaria una adecuada educación vial desde los medios de comunicación y la implantación de la misma en la educación académica normal española. Todos los anuncios que soportamos, pagados con nuestros impuestos, son chabacanos, atemorizadores y hasta insultantes, cuando lo mejor sería que se dedicaran a mostrar las consecuencias de una mala actitud. Tú, como médico forense conoces de sobra toda la teoría del Dr. Skiner sobre la educación.
Estado físico: es muy importante para la valoración del riesgo y es necesario revisarlo por lo menos cada tres años. La revisión debe hacerse en serio, no como ahora que es un impuesto más prácticamente. Se debe reformar totalmente el protocolo de reconocimientos médicos y la calidad y fiabilidad de los Centros que lo hacen. Ahora mismo es un verdadero cachondeo, considerando aptos a medio ciegos, sordos, ancianos discapacitados, etc. Se debe educar a los conductores sobre los riesgos que implica el conducir temporalmente cansado, con sueño, irritado, etc.( al final de largos viajes, en atascos, con algún dolor, etc..)
Estado psíquico: el grado de alcoholemia permitido debe ser cero. Lo cual no implica que una pequeña ingesta esté sancionada con deportaciones a Siberia o cadena perpetua. Debe hacerse un baremo mediante estudios científicos, y las sanciones deben ser proporcionadas y preferentemente no económicas ni penales.
Es necesario investigar la detección de la ingesta de drogas y medicamentos y, si fuera posible, detectar datos psico-patológicos del conductor mediante el correspondiente informe del médico de familia para evitar la conducción sin restricciones de aquejados de drogadicción, esquizofrenia profunda, tendencia al suicidio, etc. No soy médico, pero la administración pública tiene medios humanos y técnicos para clarificar y regular estos asuntos.
El vehículo: Influye en el riesgo el estado del coche, la edad del mismo, y el tipo de coche.
Estado del coche: Partimos de la base de que la ITV es otro impuesto en la actualidad. Debe reformarse totalmente el protocolo que se aplica, teniendo en cuenta preferentemente la inspección de los órganos de seguridad principales: neumáticos, amortiguadores, dirección y frenos. Se que cuesta dinero, pero debe hacerse.
Se debe educar a los conductores sobre el peligro de unas ruedas con baja presión o mucha edad, o unos amortiguadores con efectividad reducida, por ejemplo. De nada de esto nos hablan los famosos bodrio-anuncios de la DGT.
Edad del coche: Yo he tenido un 2 caballos en un estado mecánico impecable y si circulara por la autopista a 120 km/hora me iba jugando la vida y la de los demás, y sin haber incumplido ni una sola ley. La ITV debe tener en cuenta la edad del coche asignándole una velocidad máxima admisible. La fatiga de los materiales hace que, aún sin mostrarlo visiblemente, un coche viejo produzca mucho más riesgo que uno nuevo. Por ello, es necesario potenciar la renovación de vehículos y fijar fechas de caducidad de los mismos.
Tipo de vehículo: El disparate del Sr. Director de Tráfico aconsejando a los conductores por la televisión el no comprar coches de esos caros que corren mucho sería causa suficiente para su destitución inmediata por ignorante. Hay coches diseñados para diversos niveles de riesgo según su velocidad, como todos, menos uno, sabemos. Al igual que existen vías de diferente categoría, debe existir, como para los conductores, tres categorías en función de su diseño y prestaciones: Máxima. Media y Mínima. Un coche disminuirá de categoría con la edad.
Asimismo hay que tener en cuenta las condiciones de estabilidad de los camiones, y sobre todo los trailers y caravanas bajando pendientes y con pavimento algo deslizante. ¿En cuantos accidentes intervienen?
Las condiciones externas: Las que más influyen en el riesgo, aumentando la probabilidad de que se manifieste el peligro y sus consecuencias son el estado del pavimento, el trazado y señalización de la vía, el tipo y comportamiento de los otros usuarios, la climatología y visibilidad.
Tipo de pavimento: Se debe invertir en la mejoría del pavimento de nuestras carreteras y autopistas, además de limitar la velocidad en algunas condiciones, por ejemplo en lluvia con pavimento especular o charcos inesperados. No es lo mismo la adherencia del mismo neumático sobre un pavimento u otro, o con los amortiguadores vencidos. Se debería crear la señal de VIA CORRECTA cuando un tramo fuera el adecuado (lo que ocurre cada vez más, afortunadamente).
Trazado y señalización de la vía: Hay autopistas y autovías que tienen más curvas y más pronunciadas que muchas carreteras secundarias. Un ejemplo es la Bilbao-Behovia. Sin embargo, neciamente, te permiten circular a 120, y te multan si vas a 140 en una recta por la de Burgos a Miranda, por ejemplo. Dentro de las vías de doble carril se deben establecer dos categorías y dos velocidades máximas, por tanto. No tienen el mismo riesgo unas vías que otras. A las carreteras les ocurre lo mismo, ya sean comarcales, provinciales, autonómicas o nacionales, que de todo hay, pero creo que se deben establecer tres categorías.
En cuanto a las travesías de poblaciones se debe acotar más el tramo de posibles transeúntes. El multazo por ir a 70 antes de la cancelación de la velocidad a la salida de las poblaciones no contribuye a nada en cuanto a seguridad y nos lo han puesto a casi todos. En ciudad el control de la velocidad y respeto a semáforos y pasos de peatones debe ser estricto, por lo que se debe sancionar y educar. Se mueren demasiados peatones en accidente de tráfico. Todos deben cumplir la Ley, incluso la Policía Municipal que está obligada a denunciar infracciones y casi siempre pasan de las más peligrosas.
La señalización vertical y horizontal debe mejorarse y racionalizarse convenientemente. Las competencias en la materia deberían trasladarse a la DGT desde el MOPU, o adjudicarlas respectivamente para la explotación y para la construcción de las vías.
El tipo y comportamiento de los otros usuarios: El comportamiento ya lo he mencionado, pero creo que se debe tener en cuenta en las campañas de educación vial la filosofía con que se deben afrontar los atascos, precauciones ante la presencia de motos o bicicletas, las limitaciones de maniobra de los camiones, etc.
La climatología y visibilidad: Se deben establecer limitaciones genéricas de velocidad en casos de niebla, humo, lluvia, barro de tractores, etc. La adherencia de un neumático en caso de lluvia es un 30% de la que presenta en seco. Y eso deben saberlo los conductores. Las luces de cruce deben ser obligatorias en todo momento, como en los países nórdicos y las motos.
La gravedad del daño: varía según los artilugios de protección de los usuarios, el número de personas afectadas y la velocidad del vehículo.
Artilugios de protección de los usuarios: ¿Te has fijado en los ciclomotores en tus viajes? En Badajoz veo gente, sobre todo jóvenes, sin casco o con casco de montar a caballo tan tranquilos en su ciclomotor (por cierto, produciendo más contaminación que 10 camiones, no te olvides del medio ambiente). En San Sebastián eso no se puede hacer porque la gente ya sabe que le incautan y precintan la moto. No utilizar el casco o los cinturones de seguridad no disminuye los daños producidos y, por tanto, no disminuye tampoco el riesgo.
El número de personas afectadas: El clásico tema de los autobuses de viajeros por carretera. Se debe potenciar más las precauciones existentes, promoviendo la renovación y revisión de los mismos. Asimismo, en los turismos se debería limitar la velocidad en % según el número de ocupantes.
La velocidad del vehículo: Y aquí llegamos al meollo de la incompetencia y la desinformación. Para la DGT y su desafortunado Director es la causa de la mayoría de las muertes, pero sólo se controla bien donde menos hay: en las autopistas.
Es evidente que a menor velocidad mejor se controla el vehículo en el tiempo y los daños en caso de accidente son menores y, por tanto, disminuye la probabilidad de que se manifieste el peligro y las consecuencias del mismo. Perogrullo puro. Pero, ¿hasta donde hay que disminuir la velocidad y en qué circunstancias? Según ellos, cuanto menos velocidad mejor, y según la “lógica matemática” por ellos empleada a velocidad cero no habría peligro alguno. No les importa todo lo que yo te he expuesto hasta ahora, van a piñón fijo, porque, claro, es lo más fácil, y se recauda mucho con pocos medios humanos. Me recuerdan a algún político de medio pelo metido a organizador y controlador de algún trabajo, que como no comprende lo que son los objetivos, se cree que organiza muy bien controlando únicamente los horarios de entrada y salida.
Pues bien, eso no les da resultado, el número de muertos no disminuye (sus objetivos). Basan su política en el temor de los conductores y el control de velocidad y alcoholemia, y punto. Y quieren aumentar las penas, controlar más la velocidad sin criterio alguno y atemorizar más. Y eso no les va a servir de nada.
¿Quien tiene más riesgo?: ¿Un conductor con un coche nuevo de esos caros, con experiencia de conductor, perfectamente descansado y en condiciones físicas óptimas, en una autopista con buen trazado y buen día soleado, con poco tráfico, que circula a ratos a 170 km/h, u otro conductor sin mucha experiencia, cansado porque acaba de salir de trabajar, mayorcete, estresado por un largo viaje con su familia, con lluvia, con un coche del año catapún, eso sí, con todas sus ITVs pasadas, con las ruedas poco hinchadas y con buen dibujo pero viejas, por esa misma autopista que va a 90 km/h, o a 70 km/h por una mala carretera? Pues a uno lo crujen a multas, y el otro va perfectamente legal.
Hay que admitir un riesgo y luchar para que sea mínimo: siempre habrá muertes en la carretera, o en los aviones, o en las minas, y no por eso se reducen o prohíben los viajes o la industria. Lo que hay que hacer es disminuir el riesgo hasta límites aceptables con el rigor con que se hace en esos ejemplos, pero sin hinchar el pecho cuando hay un muerto menos.
Si has tenido la paciencia de llegar hasta aquí, te habré transmitido mi propio sentimiento como conductor de mucha experiencia (excepto de lo que me haya olvidado), y a lo mejor probablemente ya sabías todo lo que te apunto; seguramente no tendré nada de razón en muchas cosas, pero como decían los anti sofistas, el movimiento se demuestra andando, y las medida que se están tomando en la actualidad, que incluyen pocas de las que te propongo, no funcionan, y si insisten por el mismo camino no funcionarán.
Por último, abusando de tu tiempo, y ya que he mencionado a Skiner, él siempre mantuvo que es mucho mejor la zanahoria que el palo para la educación: ¿Por qué no se instauran Premios de Tráfico, además de las Multas? ¿porque no se recauda con eso, o porque no existen en otros países? Sería interesante reforzar la conducta positiva de los conductores y la policía mediante estímulos basados en su propio comportamiento, según los principios de la conducta operante de Skiner.
Saludos y suerte en las elecciones. Mi familia y yo te votaremos.
Anónimo.

Felipe Sánchez Barba dijo...

Realmente este tema es responsabilidad de toda la sociedad, de todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas que conforman el conjunto del planeta. De nada sirven las campañas, las sanciones,los puntos -y a las cifras nos podemos remitir-si no existe una conciencia social y un compromiso global, individual y colectivo, que redunde en una madurez compartida sobre el problema y las soluciones.

Las soluciones a mi modo de ver pasan por atacar de cuajo esta lacra, de modo integral, es decir desde todos los sectores implicados y con la participación de toda la ciudadanía y de la propia administración que apueste con recursos por impulsar una cruzada, donde lo importante es crear conciencia social.

Se ha de comenzar en la familia y en la escuela. En la familia desde la responsabilidad de educar a nuestros hijos en una conducción prudente, en trasmitir pautas saludables y responsables y en no inculcar conductas erróneas. En la escuela, realizando continuas acciones formativas y educativas, tendentes a generar esa conciencia que todos deseamos, mediante charlas en los colegios, escucha de testimonios de gente que afortunadamente puede contarlo, visionado de vídeos y otro tipo de cosas de esas que marcan a los niños.

Después esta labor debe seguir en la propia familia y en los centros de enseñanza (instituto, universidad,talleres ocupacionales...)con la misma intencionalidad, e incluso se deben impulsar y apoyar a los colectivos que trabajan en pro de la merma de accidentes de tráfico, especialmente dotándole de recursos para medidas de sensibilización.

Los ayuntamientos tienen un papel fundamental como responsables de la supervisión de la ley del ocio y la convivencia de Extremadura,e incluso han de abanderar un proyecto social de apoyo a los jóvenes, si fuese necesario facilitándoles redes de transporte a bajo coste para acudir a sus actividades propias de su etapa.

No es cuestión de llenar este espacio de ideas y propuestas, sino sencillamente de proclamar un grito a la esperanza, a la oportunidad que sin duda existe para transformar esta cruda realidad que nos azota, y sobre todo de tener claro que esto no es cuestión de unos pocos, sino que es una tarea de todos y además continua y para toda la vida, como padres, como educadores, como ciudadanos, como políticos... Todos tienen cabida en este frente, cuya luz atisbo cercana.

Espero que en ese camino, alguién como tú, concienciado y sensibilizado con esto, contribuya a que con el tiempo sea un mal menor.

Anónimo dijo...

Guillermo:

Tienes razón, es un tema muy sensible e importantes, para mí, que me paso el día en la carretera y viendo a muchos compañeros de otras partes de España es un motivo de orgullo escuchar muchas veces que nuestras carreteras, las extremeñas, son de las mejores del país, pero yo te planteo algunas carencias:

Aún, en las nuevas autovías no hay sistemas de control, en las secundarias de la comunidad tampoco, aún hay muchas poblaciones importantes que no tienen circunvalación, aún la red de las diputaciones, en algunas zonas es infame, sin señalización, sin firme en condiciones, sin trazado.
Quiero decir con esto que hay que dar la sensación de que la multa acecha, te lo digo después de más de 30 años conduciendo y de decenas miles de kilómetros a mis espaldas: vigilancia y temor, antes; como es normal educación, ¿se verá la educación vial en la educación para la ciudadanía?

doctor sito dijo...

Después de todo lo escrito por el "anónimo", poco más se puede añadir.
Hay que insistir en la educación vial desde la infancia. Resulta alarmante la cantidad de jóvenes que consideran "un juego" saltarse las normas de circulación.
La DGT considera que todo se puede arreglar con multas, retirada de puntos, etc. Pero ya se ha visto que ese no es el camino.
Basta pasearse por algunos foros para comprobar la gran cantidad de internautas que presumen de alcanzar altas velocidades(incluso con fotos y videos), que hablan impunemente de detectores de radares ilegales, que aconsejan como no pagar las multas, etc.
En el fondo, todo es un problema de educación y de falta de sensibilidad ante el terrible problema al que nos enfrentamos.

Anónimo dijo...

Ayer vi como en una recta de una calle de Mérida, un chico de aproximadamente 20 años, después de un gran acelerón en menos de 50 metros, hacía un gran trombo con su coche delante de otros, que aparentando también su edad, se le quedaban mirando boquiabiertos. Ni pensar las consecuencias. Calle bastante transitada. A las puertas de la Universidad. Paso de jóvenes con ilusiones, madres con bebés, gente paseando, ........ Impresionante !!!!!!!!!!!!!. No hace falta ir a las carreteras. Creo firmemente que es falta de educación por no querer ser más rígidos en la infancia. ¡Pobrecitos, como les vamos a poner esos vídeos tan crudos a chavales con edades entre 12 y 15 años ...........!. Pienso que deberíamos ser un poco 'pesados' en ese tema. Reproducciones reales adaptadas al entorno en el que se emitan, y seguro que ni aún así.
Saludos Guillermo. Deseo que seas nuestro presidente. Adelante !!!!

Anónimo dijo...

Para anónimo 2 de anónimo 1.
Mire, seguramente usted tiene mucha razón en lo que dice, pero hay algo que me está doliendo.
Me explico:
Hay conductores (muchos) muy habilidosos que corren en demasía, porque se fían de ellos y piensan que hay conductores y conductoras que son unos torpes; pero desde mi punto de vista, no hay peor cosa, es mi humilde opinión, que fiarse en exceso de uno mismo.
Una se encuentra entre los conductores torpes, me lo reconozco, salgo a carretera lo preciso, porque no puedo ir a más de noventa (veo que si sobrepaso esta velocidad ya no controlo el coche, es el coche el que me controla a mí, y esto no me gusta)
Tengo el carnet desde hace 28 años, por el pueblo cojo el coche casi todos los días (por necesidad casi siempre - falta de tiempo.
Cuando salgo a la carretera me asusto porque me pasan casi todos los coches y muchos camiones... la mayoría sobrepasando los límites de velocidad. No sé, tal vez, las personas como yo no deberíamos salir a la carretera en un mundo como el de hoy, pero a veces no queda otro remedio ¿Qué podemos hacer?

PD: He estado en Suecia, Noruega... allí, todo el mundo respeta los límites de velocidad (que por cierto son más bajos que los nuestros - 90 en vías de dos carriles y 110 en autovías..., quiero recordar) Es cierto que cuentan con mucho terreno y pocos habitantes ( motivo demás para correr), en muchas carreteras te encuentras un coche cada veinte minutos y éstos, sin embargo, van respetando los límites.

Anónimo dijo...

Eso es lo que digo yo! Ni 99 ni 105... es que estas cifras ni siquiera deberían imaginarse!
Tengo 27 años y cuando miro atrás veo que no conozco a mucha gente de mi "quinta" que haya perdido la vida en un accidente. La mayoría son jóvenes que rondan los 20 años, al volante de coches, con mucha cilindarda. No pretendo hacer una crítica sino, más bien, una pequeña reflexión: hace 10 años, más o menos, cuando un chaval con 18 o 20 años obtenía el Permiso B no podía aspirar a lo mismo que ahora. Yo recuerdo que yo no tuve coche propio hasta hace unos años y como yo, muchos chic@as de mi edad; y si lo tenías era un cacharro que se caía a trozos o era el de tu padre, que lo tenía como "oro en paño". Y por qué no tenías un coche? Porque no tenías dinero para comprarlo y tenías otras prioridades: los sueldos eran más bajos, tenías que colaborar en casa, te comprabas una vivienda... Ahora es distinto. En primer lugar, muchos chavales entre 18-22 años cuentan con un poder adquisitivo antes inimaginable. Muchos de ellos no colaboran en casa; sus padres no les piden nada de su sueldo por lo que todo es para ellos. Y no es culpa de los padres; quieren lo mejor para sus hijos y piensan que dándoles lo que ellos no tuvieron, actúan bien. Pero, a veces, la responsabilidad si confunde con el consentimiento.... pero me estoy desviando. En fin, que un chaval de 18 años, por ejemplo, novel y con la cabeza Dios sabe dónde, tiene en sus manos un "súper coche". No digo que todos sean iguales, ni mucho menos. Hay chavales muy responsables, que nada tienen que ver con esto.
Y, en segundo lugar, las prioridades han cambiado. Antes, todos tus ahorros iban destinados, por lo general, a comprarte una vivienda. Pocos eran los que con 25 años en adelante vivían aún con sus padres; ahora no. Actualmente, no se piensa en esa independencia sino, todo lo contrario. Entonces, dónde inviertes: ropa, salir, coche... Cada cual puede hacer lo que quiera con su vida y su dinero pero no se puede negar que todo ha cambiado mucho en poco años.
Las carreteras cada vez van siendo mejores; están desapareciendo muchos "puntos negros" (aunque todavía queda alguno); los coches cada día son más seguros pero también más potentes y como dicen "a 180km/h no se salva nadie..."
Felicidades al Ministerio del Interior por su publicidad.

Caty Cordero dijo...

Realmente la idea de ayudar en la obtención del permiso de conducir es una de las ideas que más me han sorprendido de tus propuestas, y he de decir que me parece buenísima. No sólo por el hecho del ahorro económico para los jóvenes, sino a la hora de "empujarlos" a ser más cívicos y respetar las normas de seguridad vial...es decir: yo te pago el carnet, pero si cometes infracciones, me devuelves el dinerito...¡Ay Guillermo, por desgracia, no sabes en lo tocante a este tema, lo que influye que a la gente se le "mente" el tema del dinero!.

Cualquier iniciativa para paliar esta sangría silenciosa de muertos que día a día, fin de semana a fin de semana, puente a puente, gotean por las carreteras de nuestro país...es totalmente válida. Y desde luego, hay que empezar la casa por los cimientos, y qué mejor idea que empezarla por los futuros conductores.

También, y en eso hay que hacer hincapié, educar, EDUCAR Y EDUCAR en las escuelas, en casa, y sobre todo...DAR EJEMPLO. ¿De qué sirven todas estas medidas si luego ves a tu padre o a tu madre con el cinturón quitado, o a 200 por hora?

A un amigo -haciendo la ruta Punta Umbría/Huelva- hace poco le pregunté la razón de no usar cinturón de seguridad y me respondió: "Es que me molesta en el pecho". Yo le respondí "Más te molestará el volante incrustado en el pecho".

Lo dicho. A dar ejemplo TODOS.

Anónimo dijo...

Anónimo Dos dijo:
"Hay conductores (muchos) muy habilidosos que corren en demasía, porque se fían de ellos y piensan que hay conductores y conductoras que son unos torpes; pero desde mi punto de vista, no hay peor cosa, es mi humilde opinión, que fiarse en exceso de uno mismo.
Una se encuentra entre los conductores torpes, me lo reconozco, salgo a carretera lo preciso, porque no puedo ir a más de noventa (veo que si sobrepaso esta velocidad ya no controlo el coche, es el coche el que me controla a mí, y esto no me gusta)"
Anónimo Uno le dice:
¡Pero hombre! A mí no me parece que usted sea un conductor torpe en absoluto, sino todo lo contrario porque conoce su capacidad para circular con seguridad y se ajusta a esa capacidad. Eso es ser inteligente y prudente.
Pero piense que si usted se fía de sí mismo en esas circunstancias, ¿no tienen el mismo derecho otras personas para fiarse de sí mismas en otras circunstancias diferentes?
Por otro lado ¡vivan los anuncios aberrantes y que no educan a nadie en nada!
Me dicen que no pueden conducir por mí y yo doy gracias a Dios de que sea yo y no el Sr. Pere quien lo haga.
Saludos cordiales

Anónimo dijo...

Tengo 29 años, y comparto totalmente lo dicho por "Oliventina".
Soy de un pueblo pequeño, y nos conocemos todos. Hoy en día, los niñ@s están deseando tener los 17 para presentarse al teórico y en cuanto cumplen los 18, al práctico. Y comprarse, bueno, y que los papis les compren un coche, los "tunean" (no sé si se escribe así) y a correr, que si puedo, chuleo un poco delante de mis amiguitos. Y no solo corren en las carreteras, que también, sino dentro del pueblo. No es difícil ver a las "discotecas ambulantes" ir a toda velocidad por las calles del pueblo. O a las ruidosas motos por las calles, pero ahora con cascos, no vaya a ser que me castiguen sin la moto un mes mis papis, si les llega otra multa.
Todos hemos pasado por esa edad, y todos hemos hecho locuras. Pero no creo que tengamos que poner en peligro ni nuetras vidas ni las de los demás, por fardar delante de nuestros coleguitas.
Creo que todos debemos reflexionar sobre el tema de "Seguridad Vial", yo la primera, que reconozco que me gusta pisarle un poco. Pero también deberíamos hacer ver a estos niños que los coches, que las motos, ya no son de "playmobil"; que ya están en el mundo real, y por lo tanto, las normas ya no son las que ellos se inventan, sino las que están establecidas y todos debemos saber respetar.

Carmen

doctor sito dijo...

Genial el artículo publicado hoy en "Tribuna extremeña" del diario "Hoy".

Anónimo dijo...

Leí el artículo del diario Hoy del 27 "Tribuna extremeña" de Guillermo. Y aunque está bien, en la última columna echo en falta algo... no leí… que se tendría en cuenta la opinión de los profesionales del volante – de aquellos que se pasan el día en la carretera… - y esto, me parece, debería ser uno de los puntos claves. ¿Cómo se podría hacer? Mandando encuestas a empresas de transportistas… autobuses, autoescuelas... Convocando al azar a algunos profesionales...
Tampoco se toca el tema de la formación de los nuevos conductores, tema muy importante.
Lo de la coordinación me parece muy bien y muy necesario (coordinación, coordinación, coordinación…)
Lo de los jóvenes... tengo mis dudas. No sé si esta medida, tal y como, mejoraría las cosas. "Más vale prevenir que curar" debe ser el lema, así que: "formación, formación y formación... en casa, en la escuela, en el instituto…” Tal vez, sea preciso, que antes de tomar la medida que propones (que puede ser buena), esperemos a que se implante en Primaria y Secundaria el área “Educación para la ciudadanía” – área nueva y muy necesaria desde mi punto de vista…- y recojamos algunos de sus frutos (en éste terreno y en otros), espero que así sea. Me encanta este nuevo área de aprendizaje, lo encuentro tan necesario hoy...

Guillermo, ¿Cuándo hablamos de educación?