El cuaderno de Guillermo Fernández Vara: Gracias otra vez

sábado, 4 de septiembre de 2010

Gracias otra vez


Ser presidente trae consigo muchas cosas que tienen que ver con tu vida pública y con la privada. He dicho muchas veces que no hay que exhibirse, pero sí es necesario enseñar algunas de las vivencias que te permiten decir que, en medio de los mil problemas de cada día, aparecen en tu vida momentos muy especiales.
Hoy a mediodía salimos un rato a la Feria de Mérida, María Luisa y yo. Estuvimos un rato en la Caseta del Barrio de la Antigua. Tras comer, pasamos por la de Juventudes Socialistas. Al volver a casa uno de los policías nacionales que realizan la seguridad de la Presidencia me llama la atención para decirme que mañana es su último día de servicio y quería despedirse. Que se jubila o pasa a la segunda actividad de la Policía. Para eso en el guión no tengo nada escrito. Yo que tengo respuesta casi para todo no supe muy bien que contestarle. Solamente le di las gracias por todo este tiempo. Llevará 30 ó 40 años con el uniforme. Y su último día de servicio lo hace pendiente de mi familia y de mí.
Hace algún tiempo conté en esta Plaza que mis hijos notaron mucho pasar de vivir en su casa de Olivenza, en la que sus amigos venían a casa llamando al timbre, a esta de Mérida en la que no existen timbres sino policías para poder entrar. Pues ellos nos han ayudado mucho. Y no es fácil. Nada fácil. Ni para ellos ni para nosotros. Por eso le di las gracias a quien se va. Y la bienvenida a quien llegue.

Un abrazote

Guillermo

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya tienes otro nombre mas que añadir a tu discurso del DEX. Probablemente no es un hombre extraordinario. Hay policías nacionales con trabajos mas penosos. Pero como las despedidas no se te dan bien, como a todos nosotros, vería justo citarlo. Un jubilado mas. Un señor normal y corriente. Ahí esta el motivo. No tener nada especial por el que ser citado.

Abrazos a todos!

Vcn

Conce Méndez dijo...

Hola.

Ellos protegen tu vida y la de tu familia, nada es fácil, tu trabajo tampoco, siempre hay que arriesgar.

GRACIAS.

Nieves dijo...

Las personas dedicadas a la política... lleguen a alcanzar altos cargos o no ... son perosnas como cualquier otra... con sus defectos y virtudes, con sus errores y aciertos, con sus mentiras y verdades... y el día que los unos no se crean por encima de los demás y los otros no los miren viéndolos por encima... algo comenzará a cambiar... y será un buen momento ...que probablemente no iremos notando pero que sucederá.

Saludos. Nieves.

rasputín dijo...

¡Qué suerte que a uno le reconozcan su trabajo, máxime cuando éste ha sido entregarse a los demás!.
Me alegro por este compañero, pero nunca olvido a tod@s l@s trabajadores, ya sean policías, administrativos o braceros, que, tras muchos años de entrega, el único premio que reciben es el puyazo del fascismo y la indiferencia de sus conciudadanos.
Eso sí que es triste, que el miedo a la bestia siga haciendo a ésta cada vez más fuerte y a sus víctimas cada día más vulnerables.
Un vulgo temeroso y sumiso nunca hará historia, jamás.
El público reconocimiento al trabajo de una persona por parte de su jefe o empleador dice mucho de él, y lo considero sobre todo un ejercicio de dignidad encomiable.
Éste es tu blog, humano y próximo como siempre; el blog de Guillermo, no el blog del cargo que representas.
Por eso, ¿por qué cambiarlo?.
Pasad una buena semana, yo no sé si podré visitaros, para satisfacción de algun@s..
No obstante, como siempre, os deseo salud y libertad a espuertas, con comuelgo. (c)raspu2007.
Fue un placer.

guiomar dijo...

¡Qué razón tienes ,amiga Nieves!Aparte de alguno al que hay que aplicarle aquello de "Si quieres saber quien es fulanillo,dale un carguillo",representado perfectamente en el Portavoz del PP en la Asamblea,la mayoría de los políticos no cambian,somos los demás los que cambiamos en nuestra forma de tratarlos,aunque hayan sido vecinos nuestros,y con ello,perdemos espontaneidad nosotros y hacemos que ellos se sientan incómodos.
Saludos a los amigos de la Plaza.

Pepe dijo...

Guillermo, amigos de la Plaza, como militantes socialistas que sois bastantes de vosotros, que os parece el artículo de Ibarra antier en El País? Es el medro personal lo que orienta el voto en las votaciones internas en congresos y agrupaciones, como dice el ex-presidente y ex-secretario general? Sería penoso que así fuese. Está dispuesto este hombre a hacer lo que hizo Sansón con el templo de los filisteos, aunque como a él, le pille dentro? Guillermo, disculpa el off-topic, pero me parece interesante vuestra opinión.

Rosa dijo...

ETA NO LLEVARA A CABO ACCIONES ARMADAS.
QUIERE LOGRAR SUS OBJETIVOS A TRAVÉS DE MEDIOS PACIFICOS Y DEMOCRATICOS, EN UN VIDEO DIFUNDIDO POR LA BBC

ESPERO Y DESEO DE TODO CORAZÓN QUE SEA VERDAD, Y QUE DE UNA VEZ SE DEJE DE DERRAMAR SANGRE INOCENTE EN ESTE PAIS

UN BESITO ROSA

Luis Salaya dijo...

Si la noticia del alto el fuego de hoy llega a buen puerto habrá sido un gran regalo de jubilación.

Unknown dijo...

Mister President,TERMICAS NO.
Un zurdo.

Luis Fernando de la Macorra dijo...

Me sugiere varias cuestiones: seguridad, orden, servicios cumplidos, anonimato y proección de cargos y familiares.

La necesidad de seguridad y orden es inversamente proporcional al grado de civismo. Pero como aún ha falta de civismo y orden, por parte de algunos o de muchos, sigue siendo un mal necesario.

Cuando llega la jubilación, tardía o no, con prebendas o no, uno se va y si sigue siendo necesario el puesto, inexorablemente viene otro. Y todos somos potencialmente prescindibles. Aunque unos más que otros. De cualquier manera, todos somos únicos e irrepetibles y acumulamos un conjunto de servicios prestados cuyo valor, si ha habido profesionalidad, es siempre mayor que el precio del salario pagado en todo ese tiempo.

Por último, es una suerte para los cargos y sus familiares, pero también una necesaria adaptación, el hecho de tener protección tan cercana. Supone otro sobrecoste obligado por las circunstancias para el erario público.

Por último, la naturalidad es el mejor guión. Por eso y como menos es más, está bien decir a veces sólo gracias. Además es educado y hoy se pierde la costumbre de que la gente lo diga.

Encarna rabanal dijo...

Mi reconocimiento a estos policías que no sólo te cuidan a tí y a tu familia sino a todos los ciudadanos y ciudadanas.
GRACIAS

Luis Fernando de la Macorra dijo...

Me sugiere varias cuestiones: seguridad, orden, servicios cumplidos, anonimato y proección de cargos y familiares.

La necesidad de seguridad y orden es inversamente proporcional al grado de civismo. Pero como aún ha falta de civismo y orden, por parte de algunos o de muchos, sigue siendo un mal necesario.

Cuando llega la jubilación, tardía o no, con prebendas o no, uno se va y si sigue siendo necesario el puesto, inexorablemente viene otro. Y todos somos potencialmente prescindibles. Aunque unos más que otros. De cualquier manera, todos somos únicos e irrepetibles y acumulamos un conjunto de servicios prestados cuyo valor, si ha habido profesionalidad, es siempre mayor que el precio del salario pagado en todo ese tiempo.

Por último, es una suerte para los cargos y sus familiares, pero también una necesaria adaptación, el hecho de tener protección tan cercana. Supone otro sobrecoste obligado por las circunstancias para el erario público.

Por último, la naturalidad es el mejor guión. Por eso y como menos es más, está bien decir a veces sólo gracias. Además es educado y hoy se pierde la costumbre de que la gente lo diga.

Juan Antonio Doncel Luengo dijo...

A mí me ha gustado que saliera de él la despedida, y que tú no te la esperaras.
Seres humanos, ni más ni menos que eso.